27 marzo 2011

reflexiones de la hna Celia


Vuelvo a mis pensamientos sobre la Iglesia y la vida religiosa en Japón tan minoritaria ¿qué hace en estos momentos?...¿Cómo afronta la tragedia?... la únicas imágenes que acuden a mi mente son la de la sal y la levadura… en medio de todos, sencillamente, viviendo y sufriendo juntos. Pienso en esta Iglesia y esta vida religiosa que es la mía mientras veo por la ventana el pequeño campo de juegos del Jardín de infancia que regentamos. Mañana es la ceremonia de fin de curso y las profesoras están alineando sillas y poniendo flores para organizar un salón de actos al aire libre, ya que el edificio se resquebrajó con el temblor y es peligroso usarlo. Todas trabajan uniendo esfuerzos para volver lo antes posible a la normalidad… Imagino que también las tres universidades, diez colegios de enseñanza secundaria y tantos parvularios de las Congregaciones Religiosas y las parroquias en la Diócesis de Sendai, estarán igualmente uniendo esfuerzos, trabajando juntos, católicos y no católicos, Hermanas y laicos, dando lo mejor de sí mismos… porque el Reino de Dios es de todos y entre todos nos vamos acercando a él.

para leer el texto completo de le clic a la imagen.


tomado de www.ciudadredonda.org

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